Hoy traigo mi primera reseña express porque este libro, a mi juicio, se la merece.
Llevaba viéndolo por la
blogosfera algún tiempo, aunque nunca me ponía a leerlo. Recuerdo que una vez lo empecé, pero era época de exámenes, así que lo dejé de lado. Hace poco, lo volví a empezar y lo terminé... Pero no puede decirse que me gustara.
La historia, como idea, me atraía. Todo eso del rollo
Gossip Girl del siglo XIX, las traiciones, las mentiras, el lujo... Tenía muy buena pinta. Pero no sólo se trata de tener una buena idea, sino que también hay que saber desarrollarla. Y, para mi gusto, la autora no supo cómo hacerlo.
Para empezar,
el ritmo de la historia es muy lento. Tarda muchas páginas en avanzar, y, cuando pasa algo, no puede decirse que sea sorprendente e imprevisible. Además, los personajes no tienen esa chispa que te hace conectar con ellos e interesarte por lo que les pueda pasar. La única que medianamente podía llegar a interesarme era Diana Holland. Los demás... sosos.
Por último,
el prólogo. En las primeras páginas te cuenta algo que va a pasar al final... Y hasta aquí puedo decir. Por eso mismo, cuando te vas aproximando a las últimas páginas del libro, ya nada te sorprende, puesto que lo has leído al principio.
En definitiva, este libro no me ha gustado demasiado. En mi opinión,
es una historia que, aun teniendo potencial, ha resultado simplona, lineal y predecible. Tampoco es que sea un bodrio, ni se te hace imposible seguir leyéndolo de lo malo que es. Supongo que es tolerable, pero nada del otro mundo. Sinceramente, no creo que continúe con la saga.
PUNTUACIÓN: 1,5/5